Los festejos aún no acaban. Aunque AMLO todavía no se calza la banda presidencial, la fiesta parece ser eterna. Desde todo el continente llegan saludos y parabienes. Los partidos derrotados también felicitan al opositor vencedor, tras la justa y limpia batalla electoral. Una “nueva era” parece nacer en México. Con sólo una excepción: el pueblo zapatista. #DeFrente te explica sus justas razones.
¿Por qué el Subcomandante Galeano (ex Marcos) no desea ser parte del carnaval “democrático”? ¿Soberbia o trasnoche ideológico? A lo menos eso señalan desde el bando triunfador. Lo cierto es que tras el fallido intento de legalizar la candidatura de Marichuy (1) a nombre del Consejo Nacional Indígena (CNI), desde Chiapas han dejado en claro que AMLO en ningún caso es una alternativa. No llamaron a no votar ni hicieron vacío político. Simplemente conservaron su autonomía estratégica y cerraron el capítulo “EleccTercer dato: Ricardo Monreal, hoy colaborador reconocido por AMLO y propuesto por él para presidir el Senado, fue quien sostuvo la tesis de que el EZLN era nada más que un grupo paramilitar semejante al que asesinó a los indígenas de Acteal y catalogó a Marcos como “el líder blanco de los indígenas de piel oscura”.
iones 2018” (2).
En el más reciente de sus comunicados (3), el EZLN -en voz de Galeano y Moisés- dejan totalmente claro el porqué de su distanciamiento con AMLO y su partido, “Morena”. Aunque, claro, desde la metáfora, figura retórica de difícil comprensión para quienes están hoy bajo la embriaguez del triunfo. A propósito de la euforia mundialera, comparan estas elecciones con un partido de fútbol en el que uno de los equipos se dejó perder y -aún más- celebró el triunfo de su rival como algo propio. La referencia a la actitud del PRI es clara. Pero la pregunta fundamental que formulan es otra: ¿quién es el dueño del balón? ¿quién decide los términos del juego? Golazo al ángulo a la base de la democracia representativa en un contexto neoliberal. “Podrán cambiar de capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”, señalan (4).
De inmediato vino la reacción de los seguidores de López Obrador y de la mayoría de los intelectuales de la izquierda mexicana. El propio líder de Morena hizo referencia a esto en su cuenta de twitter: “El EZLN en 2006 era ‘el huevo de la serpiente’. Luego, muy “radicales” han llamado a no votar y ahora postularán candidata independiente”. El reproche no le importó a nadie en la Selva Lacandona. Pocos días después del triunfo electoral, el sacerdote y defensor de los DDHH, Alejandro Solalinde, instaba a un acercamiento: “Hago un llamado a los asesores ideológicos de los hermanos y hermanas zapatistas para que permitan el encuentro, el diálogo y la construcción del México que queremos. Podemos caminar juntos y unidos”.
La respuesta zapatista llegó a modo de convocatoria. Desde el 6 al 9 de agosto, realizarán en Chiapas un encuentro de sus bases de apoyo en el proceso de campaña para Marichuy. La reunión se titula “Por la vida y la libertad” y tiene una bajada que dice “Píntale caracolitos a los malos gobiernos pasados, presentes y futuros” (5). Será allí cuando decidan qué orientación le darán a su proyecto político en el nuevo escenario nacional. Aunque saben que habrá poca novedad.
Dime con quién andas…
¿Existen otras razones para la desconfianza entre zapatistas y López? Sí y son de larga data. porque la memoria histórica -para las comunidades indígenas- no se archiva en libros y se “olvida” pragmáticamente para elegir el mal menor. Veamos algunos casos. El que primero resalta es el de Esteban Moctezuma Barragán, propuesto por AMLO para dirigir la Secretaría de Educación Pública. Moctezuma militó en el PRI y fue uno de los interlocutores del gobierno fascista de Zedillo en los primeros días del alzamiento zapatista. Quien hoy se lava las manos e inculpa al ex mandatario, sólo confirma lo que el EZLN sostuvo en su minuto: “dialogaban” pero gestionaban a la vez un operativo para liquidar a la comandancia zapatista. La trampa tendida era un encuentro entre el aliado de AMLO y el vocero del EZLN, lo que no se concretó. “Nos vemos en el infierno”, habría sido lo último que Moctezuma escuchó de Marcos.
Segundo dato clave: AMLO estableció una alianza con Encuentro Social (PES), partido de derecha que gobernó junto a Felipe Calderón y que preside Hugo Flores Cervantes. Este nefasto personaje sostuvo que la masacre de Acteal de 1997, en la que 45 indígenas tzotziles fueron acribillados por paramilitares mientras rezaban en una pequeña iglesia, habría sido culpa de los zapatistas. Flores, pastor evangélico, fue en esa época el portavoz de los criminales y redactó un texto para falsear la verdad histórica llamado “El otro Acteal”. (6)
Cuarto antecedente: Manuel Mondragón y Kalb, quien fuese miembro de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y hoy es propuesto por López Obrador al mando de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). El 1 de diciembre de 2012, Juan Francisco Kuykendall (docente y activista de la Zezta Internacional zapatista) es asesinado en una protesta contra Peña Nieto en San Lázaro. Al mando del operativo, Mondragón (7)
La dignidad rebelde
La autonomía no es un concepto retórico para el zapatismo. Ha sido el eje político que da sustento a sus prácticas desde antes del alzamiento de 1994. ¿Por qué AMLO y su séquito ahora desconocen esto y escupen diatribas hacia Chiapas? Hay cuentas pendientes por el rechazo de los zapatistas a dar cheques en blanco a un populismo de escasa coherencia en sus gestiones locales. Independiente del resultado de esta elección, las comunidades zapatistas sabían que quien ocupe el sillón presidencial no es su aliado ni su amigo. Por experiencia propia y por memoria histórica.
Más allá de las críticas específicas a algunos aliados del hoy presidente electo, el EZLN considera que Morena y AMLO han demostrado estar más cerca del enemigo que de su compromiso legítimo con los intereses populares. ¿Por qué López propuso para el Ministerio de Agricultura a Víctor Villalobos, quien firmó el acuerdo que hoy tiene a Monsanto devastando campos en México? (8).
El EZLN no olvida la tarde del 10 de abril de 2012, cuando un grupo de matones que militaban en el entonces partido de López Obrador, PRD, interceptaron a una caravana solidaria zapatista y les balearon, dejando a 20 indígenas heridos, uno de ellos con una bala en la cabeza. “Los perredistas siguieron en el gobierno de Zinacantán, fueron candidatos por el PRD en la elección posterior, siguen en el Poder y fueron los primeros en formar una de las ‘redes ciudadanas’ de apoyo a AMLO”, expresó el Subcomandante Galeano aquella vez.
El zapatismo no es sólo un bastión moral de la izquierda, es un proyecto político que hoy pareciera tener un enemigo menos. Al menos así lo pintan desde el bando triunfador. Lo que sí saben desde las montañas del sureste mexicano es que mientras el Poder no sea desmantelado, quien ocupe la testera es sólo un detalle. Aún “falta lo que falta” y eso lo están construyendo.
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